La huella de carbono en la industria: un compromiso clave para la sostenibilidad

La sostenibilidad se ha convertido en un factor determinante para el éxito industrial, convirtiéndose en algo más que una cuestión de responsabilidad.  Calcular y reducir la huella de carbono no solo es una acción responsable con el medioambiente, sino también una estrategia para mejorar la eficiencia operativa y el cumplimiento normativo.

En AECA Group, como especialistas en eficiencia energética y soluciones ambientales para el sector industrial, ofrecemos herramientas y asesoramiento técnico para medir, minimizar y compensar el impacto ambiental de manera efectiva y estratégica. Veamos cómo

¿Qué es la huella de carbono?

La huella de carbono es un indicador ambiental que mide la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos, ya sea de forma directa o indirecta, por una persona, empresa o producto. Entre estos gases se encuentran el dióxido de carbono (CO₂), el metano (CH₄), los óxidos de nitrógeno (NOₓ), los clorofluorocarbonos (CFC) y el ozono.

Este impacto se expresa en toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO₂e), un estándar que permite evaluar el potencial de cada gas para retener el calor en la atmósfera. Conocer la huella de carbono es clave para identificar oportunidades de reducción de emisiones y avanzar hacia modelos más sostenibles.

Análisis del ciclo de vida

El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es una herramienta fundamental para evaluar el impacto ambiental de un producto, servicio o proceso a lo largo de todas sus fases. Desde la extracción de materias primas hasta la gestión de residuos, este análisis proporciona una visión detallada de la huella de carbono y otros efectos ambientales asociados.

Para interpretar los resultados, se emplean diversos indicadores clave:

  • Agotamiento de Recursos Abióticos: mide la reducción de recursos naturales no renovables, como minerales y combustibles fósiles, esenciales para la fabricación y el funcionamiento de productos.
  • Potencial de Calentamiento Global: determina la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos durante el ciclo de vida del producto y su impacto en el cambio climático.
  • Potencial de Acidificación: evalúa la liberación de compuestos como dióxido de azufre (SO₂) y óxidos de nitrógeno (NOₓ), que pueden acidificar ecosistemas terrestres y acuáticos.
  • Potencial de Eutrofización: analiza el exceso de nutrientes en los ecosistemas acuáticos, causado por la emisión de compuestos nitrogenados y fosforados, lo que provoca la proliferación de algas y la degradación del agua.
  • Potencial de Formación de Partículas en Suspensión: mide la generación de partículas finas contaminantes que afectan la calidad del aire y la salud humana.
  • Consumo de Energía: cuantifica la cantidad de energía utilizada en todas las etapas del ciclo de vida del producto, tanto de fuentes renovables como no renovables.
  • Producción de Residuos: evalúa la cantidad de residuos sólidos generados y su impacto en la gestión ambiental y la sostenibilidad.

Estrategias ESG

En un contexto donde la sostenibilidad y la responsabilidad empresarial cobran cada vez más relevancia, las organizaciones deben adoptar estrategias ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) para asegurar su impacto positivo en el entorno. La integración efectiva de estos tres pilares en la gestión corporativa no solo refuerza la transparencia y la confianza, sino que también ayuda a reducir la huella de carbono y a mejorar la eficiencia operativa.

Desde una perspectiva ambiental, las estrategias ESG incluyen medidas como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la optimización del uso de recursos naturales y la gestión responsable de residuos. En el ámbito social, abarcan el bienestar laboral, la diversidad e inclusión y la contribución a la comunidad. En cuanto a la gobernanza, se centran en garantizar estructuras de liderazgo éticas, la transparencia financiera y el cumplimiento normativo.

La importancia del cálculo de la huella de carbono

Las industrias adoptan cada vez más un enfoque proactivo en la protección ambiental, y la huella de carbono es una herramienta clave para demostrar este compromiso, permitiendo medir y gestionar las emisiones de gases de efecto invernadero de manera efectiva.

Calcular la huella de carbono es el primer paso para desarrollar una estrategia de reducción de emisiones, ayudando a las organizaciones a identificar oportunidades de mejora y optimización de recursos. Además de su impacto en la gestión ambiental, también cumple una función clave en la comunicación, la educación y la sensibilización, consolidándose como un pilar esencial en cualquier estrategia de sostenibilidad.

Entre las principales ventajas de medir la huella de carbono destacan:

Beneficios ambientales de calcular la huella de carbono

  • Beneficios ambientales

El cálculo de la huella de carbono es una herramienta esencial para identificar los procesos y áreas con mayor impacto en la emisión de gases de efecto invernadero. Esta información permite implementar estrategias efectivas para reducir las emisiones y avanzar en la descarbonización del planeta.

Además, promueve la adopción de prácticas empresariales más sostenibles y responsables, favoreciendo el uso eficiente de los recursos naturales y minimizando la contaminación. Como resultado, las industrias contribuyen activamente a la preservación del medio ambiente y al combate del cambio climático.

  • Beneficios organizacionales

Más allá del impacto ambiental, medir la huella de carbono proporciona información clave para la toma de decisiones estratégicas dentro de la empresa. Permite priorizar mejoras en los procesos productivos, optimizando el uso de recursos y aumentando la eficiencia operativa.

Asimismo, este cálculo fortalece la posición de la organización ante inversores interesados en proyectos sostenibles, facilita el cumplimiento de normativas ambientales y se convierte en una herramienta eficaz para la gestión ambiental y energética.

Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD)

Desde el 5 de enero de 2023, la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) establece nuevas obligaciones para las grandes empresas de la Unión Europea, exigiendo que reporten su desempeño en materia de sostenibilidad dentro de sus informes financieros anuales. Entre los aspectos clave que deben incluir se encuentra la huella de carbono, con el objetivo de mejorar la transparencia y la responsabilidad ambiental.

Nuevas obligaciones a partir del 1 de enero de 2025

En España, la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética ha comenzado a exigir a determinadas empresas el cálculo y la reducción de su huella de carbono. Aunque en un principio el registro era voluntario, esta normativa ha evolucionado hasta convertirse en un requisito obligatorio.

A partir del 1 de enero de 2025, todas las empresas con más de 50 empleados o una facturación anual superior a 10 millones de euros estarán obligadas a medir y gestionar su impacto ambiental, reforzando así su compromiso con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.

En conclusión

Reducir la huella de carbono no es solo una necesidad ambiental, sino también una oportunidad para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de tu empresa. En AECA Group, ponemos a tu disposición más de 30 años de experiencia en sostenibilidad y responsabilidad social corporativa para ayudarte en cada fase del proceso: desde el cálculo de emisiones hasta la reducción, compensación y verificación de tu impacto ambiental.

Si quieres dar el paso hacia un modelo de negocio más responsable, te acompañamos en la transición con soluciones personalizadas en gestión de la huella de carbono  y el respaldo de la #ComunidadPorElClima. Con AECA, ya puedes pasar a la acción para combatir el cambio climático de forma activa.

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